EUROPA
PRESS
1 enero
2020
Año
Nuevo: destierra los errores que nos impiden ser felices
Es cada vez más conocido y aceptado que
el estado de ánimo, el bienestar o malestar psicológicos, influyen en la salud
física de numerosas maneras. Desde la influencia que tiene el estado
psicológico en el sistema inmunológico, o la falta de autocuidado que suelen
tener las personas con depresión, a la influencia del estrés en el sistema
digestivo y en la tensión arterial, por ejemplo.
“Es decir, una persona feliz tiene más posibilidades
de mantenerse sano físicamente. Una cuestión importante en este sentido es no
confundir la felicidad con la satisfacción, por un trabajo bien hecho por
ejemplo, ni confundirla con el placer o con la euforia; esos estados
psicológicos no son la felicidad”, advierten en una entrevista con Infosalus el psicólogo Jesús Jiménez, y la psicoterapeuta
María Ibáñez.
Con motivo de la publicación de su libro ‘Aprende a
resolver lo que te hace sufrir’ (La Esfera de los Libros), esta pareja
que lidera el Centro de Psicología Introspección, resalta que hay muchas cosas
que una persona debe aprender para ser feliz.
“Uno de los errores más extendidos es la crítica
mental. Esto se hace creyendo que uno va a mejorar si se critica y se exige. La
realidad es que esta forma de proceder aumenta la inseguridad, el miedo a tomar
decisiones, y el miedo a hacer las cosas mal. Otro error muy común es enfocarse
en culpar a algo o a alguien, incluido a uno mismo. Culpar solo hace sufrir
pero no arregla nada. Hay que reconocer los errores sin culparse, y aprender a
resolver esos errores”, describen estos expertos.
Otro error habitual, en su opinión, es confundir las
circunstancias externas con las verdaderas causas de los conflictos, o con el
malestar ya que, según defienden, las circunstancias externas pueden actuar de
detonante, pero nunca son la causa profunda del malestar.
Es más, Jiménez e Ibáñez sostienen que algunas actitudes
erróneas son conscientes pero se justifican con argumentos erróneos.
“Otras veces las personas no son del todo conscientes de esas actitudes.
Por ejemplo, la búsqueda de la perfección en todo lo que se emprende, que
genera una gran exigencia, estrés, frustración, o ira, en lugar de ir
aprendiendo con las diferentes experiencias”, subrayan.
Otra actitud muy perjudicial, según advierten, también es
compararse y competir con los demás, lo cual está muy extendido. “Esta
actitud surge del temor a sentirse inferior a los demás y genera mucho
sufrimiento. Otra actitud muy extendida y perjudicial es la autoexigencia,
pensando que es la única forma de mejorar, pero la realidad es que provoca
estrés y aumenta la inseguridad”, añaden el psicólogo y la
psicoterapeuta.
¿Por qué hay
personas que sufren más que otras?
La inmensa mayoría de los seres humanos libran una batalla
interior contra sus temores y sufrimiento. “No es que unas personas
tienden más que otras al sufrimiento, es sólo que algunos van soportando mejor
esa batalla, algunos toman decisiones más acertadas, o comprenden mejor la realidad,
y a otras les desbordan las circunstancias que se encuentran en la vida. Muchas
veces depende de la etapa de la vida en que esa persona se encuentra. Pero no
hay nadie que quiera sufrir, si se sufre es por no saber cómo
resolverlo”, reconocen estos expertos del Centro de Psicología
Introspección.
Aprende a resolver
lo que te hace sufrir
Con todo ello, defienden que la única manera para ser feliz
de verdad es aprender a resolver lo que hace sufrir. Para resolver cualquier
conflicto ven necesario abordar correctamente lo que se piensa, lo que se
siente, y el comportamiento.
“El condicionamiento psicológico es la base del
sufrimiento y se genera con las interpretaciones erróneas que se extraen de las
experiencias en la vida. Las experiencias tienen una parte cognitiva, otra
emocional, y otra comportamental. Por tanto, el
condicionamiento que produce el sufrimiento sólo se puede corregir atendiendo a
todas las partes de la experiencia: pensamiento, emoción y comportamiento. Y
cada parte ha de abordarse adecuadamente, comprendiendo su naturaleza. La parte
racional reflexionando, la emocional sintiendo, la comportamental
coordinada con las dos anteriores”, añaden.
Asimismo, destacan que para conocerse a uno mismo hay que
aprender a prestar atención y comprender la realidad correctamente, para
conocerse de verdad. “Se habla mucho de que hay que conocerse a sí mismo
pero sin entender ni explicar cómo hacerlo, lo que acaba limitándose a
especulaciones o conclusiones rápidas y sesgadas”, agregan.
Por otro lado, avisan de que vivir el presente no es
equivalente a felicidad, contrariamente a lo que se diga. “Estar atento
en el presente da la oportunidad de ser consciente y de disfrutar del bienestar
si lo hay, o de aprender a resolver el malestar. “Se identifica vivir el
presente con ser feliz, o como forma de aceptar el malestar, lo que
supuestamente lo soluciona. Lo cual es evidentemente falso”, sentencian
Jiménez e Ibáñez.